La semana pasada vi La vida de los peces, dirigida por Matías Bize, y en mi opinión es emocionante, si es que la historia te tocó obviamente, muy liviana y sencilla, que con pocos detalles tiende a generar emociones, sin caer en lo burdo, o en las exageraciones. El simple hecho de que el protagonista tenga una tristeza obstruida hace mucho tiempo, en cada enfoque las luces desenfocadas lo persiguen, en cada plano, y al conceptualizar la tristeza de cuando uno esta a punto de llorar, con las luces desenfocadas, es lo que genera la vista cuando uno esta al filo de llorar o emocionarse, es lo que quiso demostrar con aquella conceptualización y realmente la encontré válida. Y que luego al verse, estas dos personas, la tristeza los persigue a los dos, es decir las luces desenfocadas, las imágenes van más allá de una estetica o quizás de moda actualmente (en el mundo independiente), pero tiene un fundamento, un respaldo.Es una cinta muy redonda, como siempre con diálogos importantes, donde el director supo complementar los textos con una buena imágen justificada, acorde con la situación, siendo que no hay mucha producción, si todo ocurre en un sólo lugar, ahí es donde me refiero que lo más sencillo puede llegar a ser algo bueno. Otro tema importante en esta cinta y generalmente en las películas de Matías Bize, es la musicalización, acorde a las situaciones para generar aquella emoción, el complemente de los silencios en los dialogos, sumándose la musica, crea ese sentimiento que quizá alguién sintió en un momento X o insertarte en aquel momento que tal vez no se ha recorrido. Esta cinta, es capaz de revivirlos y crearlos. Repito que si uno conoce el estilo de Bize, y sabe que el objetivo de este director, es crear situaciones que a ciertas personas le han ocurrido o situaciones que han sido importantes para ciertas personas y hacerlas recordar, creando una cierta de reflexión ,como también también les gusta emocionarse, hay que verla.
Una película minuciosa, muy delicada, trata temas de la amistad, los reecuentros, el distanciamiento, pero que a la vez no es necesariamente un simple distanciamiento, el tema el amor, también que de repente uno en ciertos momentos puede volver a ser infantil y poder soñar, pero con los pies en la tierra, y si un director es capaz de generar emociones con una cinta, eso debe valorarse, independiente de que la historia sencilla o no.
Es una película altamente recomendable, muy bien dirigida al público, no se cierra sólo en un estrato social, como lo hacen algunos directores Chilenos. En un principio no tenía muchas espectavias, porque creí que el filme estaba muy sobrevalorado, con esto del Cine independiente que se está presentando en Chile a paso lento, pero son películas demasiado básicas, y con esto me refiero a "te creís la más linda, pero erís la más puta", de esa película se puede esperar más al terminar de verla.
Y opuesto ocurre con Bize, y me sacó la peluca por sus películas, se ha notado un avance, una identidad, a pesar de que sean historias, quizá predecibles, pero hacen que el Cine chileno y las personas que siguen el cine de está indóle, más emocional, puedan creerse el cuento y que quizá puedan realizar cintas así o tal vez mejores. Que finalmente las producciones cinematograficas Chilenas están avanzando a paso agigantado.
