Quiero dejar grabado un momento mermelada que me ocurrió hace unos meses, fui a una charla de un dibujante japonés (demasiado inspirador) y cuando finalizó la charla, se dio paso a un cocktail muy excéntrico, mezclaron muchos sabores X acompañado de una cantidad monumental de red wine. Mi combinación favorita fue la de papayas confitadas con queso italiano, todo fue muy excitante para mi paladar en realidad, al parecer era un buen vino porque con dos copas ya sentí sus efectos. Cuando decidí irme, iba caminando y recordé que llevaba mi reproductor, me motivé al tiro, aparte que me gusta caminar cuando estoy entre copas (mejor aún si es de noche) claro si me acompaña un buen clima y una linda calle súper, para mi suerte esa ocasión era una de ellas, después de bilbao o pocuro (esas son por algo de infancia más que todo). La calle por la que andaba era pedro de valdivia, es bien linda. Ya suficiente; volviendo al tema del reproductor mi día terminó de lo mejor, porque escuché temas de una banda que me cautivó en dos situaciones hace un tiempo y no he dejado de oírla desde entonces. Mientras oía las lindas canciones me sentí dentro de un clímax más profundo todavía (capaz exageré) pero cuando me pasa algo"chori" lo debo guardar con obligación en los cajones de mi cabeza, debo exagerar sí o si en ese momento para no olvidar. En ese instante procuré que la sensación durara hasta que terminara el disco e iba saliendo del elevador del edificio de donde vivo.

(lafotoesporquequeriavertododeesecolor)
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