algún escrito que encontré por ahí

Matar a tu gato te dolerá más que a tu propio corazón

Daniela está obsesionada con su gato rafiki a tal punto que está dejando a su novio de lado por aquel mamífero.

En primer lugar habla con el mismo tono de voz, al gato y a su comprometido, y en ciertos momentos cuando Ella está en su habitación tiende a hablar con aquel tono, y los dos la miran.

Duerme todos los días con el gato, no puede estar más de 5 minutos sin él o sino empieza a gritar y  a buscarlo por toda la casa.

Lo besa, lo abraza, le canta, le baila, le recita poemas, y crea canciones. A todo esto su pololo llamado Martín no tiene ni la más remota idea de lo antes mencionado.

Daniela por ejemplo, hoy durmió con el gato abrazados bajo las sabanas, ella aturdida y absorbida por el ronronear del animal, en ningún momento pensó en su novio, el tiempo se detuvo, De hecho en más de una ocasión le da más tiempo al gato que a martín, entonces ¿Qué es para Daniela  su pololo?, ella sólo habla del gato y lo que hace, hasta sus amigos lo conocen. Ella dice reiteradas veces que juegan a las escondidas al pillarse, cualidades totalmente humanas.

Eso es más que amor, es una obsesión que más de una mujer debe tener. La otra vez dijo que su sueño era que el gato se convirtiera en humano  “sería tan guapo con esos ojos verdes, pelo negro y blanco caucásico” (como el gato es en blanco y negro). Daniela cuando pequeña vio la película del sapo y la princesa donde la besa en una pileta y se convierte en humano, creo deliberadamente que esta situación con el gato es debido a esta historia que vio cuando tenía 11 años. De hecho cuando comenzaron esa relación el gato espiaba cuando Ella y Martín dejaban la puerta de la habitación entreabierta, era realmente aterrador, ese gato estaba realmente celoso, inclusive duerme entremedio de ellos e interrumpe los momentos del coito, porque ella prefiere darle de comer. Honestamente no me gustaría estar en el lugar de martín ni de cualquier hombre que pololeé con una mujer amante de su mascota, sobretodo del gato.

Martín nunca le dice nada del gato, porque ella se enfadaría más que si le dijeran que esta gorda o fea. Ella será solterona y llena de gatos al parecer.